¿Cómo se llegó hasta aquí?
Hubo mucha gente que solo buscaba palestra o protagonismo con este golpeado club que pese a los tantos traspiés y frustraciones, se ha puesto de pie. Se llegó con trabajo, porque en los 64 años de historia, hoy disfrutamos de este primer gran título nacional.
¿Qué viene de aquí en más?
Comienza una nueva etapa, una nueva era, en la que primero intentaremos conseguir un terreno para funcionar desde ahí con nuestras oficinas. El objetivo es establecer nuestras menores para que Ciclón sea una verdadera institución. Si vieran cómo jugamos este Nacional B, con 16.000 personas en cada cancha.
¿Festejas como un hincha o como un presidente de club?
Antes te digo que me solidarizo con la gente de Montero, porque sé que está molesta con su equipo, porque también soy hincha y me ha tocado sentir el terrible dolor de no lograr los objetivos. Hoy en cambio es distinto, estoy feliz, esperando que esto sea el comienzo de una gloriosa etapa para Ciclón, porque nosotros no vamos a desfallecer hasta devolverle al club el sitial que se merece.
¿Cómo se logró el objetivo?
Con mucha humildad, jamás nos levantamos después de una victoria a festejar, no lo hicimos hasta hoy porque sabíamos que ante todo debíamos trabajar, conseguir plata, hacer gestión y devolverle así la credibilidad al dirigente de Tarija. Es una alegría inconmensurable la que estamos viviendo.
¿Qué han pasado en estos 20 años tras el descenso en 1995?
Han sucedido cosas que yo no sé si otro club las hubiera tolerado. Porque perder los ascensos de la manera que la perdió Ciclón… fue increíble. Estuvimos cerca de ser campeón en 2009 y por un error técnico (incluyó cinco extranjeros en cancha) no lo hicimos. Pero este club difícilmente se quiebra y eso quedó muy claro.
¿Qué te motivó a asumir el cargo como presidente?
El amor a Ciclón, el amor incondicional, el frustrarme cada sábado y domingo en la cancha cuando sabía que los dirigentes no hacían el esfuerzo necesario para conseguir el objetivo. Valoro a todos los dirigentes que estuvieron antes, pero creo que en su momento se pudo arriesgar un poco más, trabajar en conjunto.
¿Pasó eso ahora?
Sí, esta dirigencia se caracterizó porque somos un grupo de 24 personas, todos profesionales y trabajadores que nos hemos puesto a disposición del club para hacer la institución que se merece. Vamos por ese camino.
¿Quién armó el equipo?
Nosotros tomamos una decisión determinante entre Sergio Mariscal, Álvaro Ruiz y Cristhian Vale, decidimos cesar en su momento a Milton Maygua y hacer el esfuerzo económico para que pueda sumarse Víctor Hugo Andrada. Él hizo mucho para estar acá y junto a él llegaron jugadores como Diego Cabrera, ‘Maxi’ Andrada, Nicolás Canalis, Álvaro Espíndola y Diego Blanco. A los buenos jugadores que teníamos le sumamos jerarquía, eso fue clave.
¿Sentiste en algún momento que el ascenso no llegaba?
Sí, tres veces y por suerte me ayudaron mis dirigentes a continuar. Estuve a punto de tirar la toalla cuando perdimos el segundo partido ante Bermejo porque ahí se nos complicó la vida, pero el fútbol tiene todo esto y te da revancha; soy un agradecido por ello. Mi amor por Ciclón me motivó a quedarme, porque no está primero Carlos Yeske ni ningún
dirigente, primero está el club.
¿Ahora sí puede decirle a Tarija ‘misión cumplida’?
Yo soy un hincha pleno, represento a una de las barras, imaginate lo que sufro en cada partido. Es quizá por eso que hoy estoy más feliz por Ciclón y Tarija
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